La idea de este "nuevo" blog es, básicamente, la de hacer un especial hincapié en la importancia de la poesía como medio para llegar a Dios pues, en definitiva, esa es la meta que da sentido a la vida de toda persona, sépalo ésta o no lo sepa.
Estoy convencido de que la poesía, si es verdadera y auténtica poesía, tiene como misión la de conducir siempre a Dios, a Aquel que es la Verdad, la Bondad y la Belleza.
De lo que se tratará en este blog es de hacer uso de la poesía, como modo particular de expresión de la belleza, al objeto de llegar al conocimiento y al amor de Dios, en la medida en la que esto es posible aquí, en el presente eón.
Y es que cuando no se encuentran las palabras adecuadas para expresar determinado tipo de realidades, es lo propio en las personas acudir a la belleza que encontramos a nuestro alrededor, tanto en la naturaleza como también, y sobre todo, en nosotros mismos, pues somos la obra maestra de Dios.
De una buena parte de esa poesía ya he hablado en el "Blog Católico de José Martí", aunque ese contenido ya no se encuentra en dicho blog sino que es aquí donde debe buscarse. Esa es la razón por la que, aun cuando el blog comienza ahora, se encuentran entradas que datan de octubre de 2010, que fue la fecha en la que comencé a escribir en mi blog inicial.
Básicamente, lo que se pretende en este blog es, además de lo que ya se ha dicho, la redacción y comentario a algunas poesías que escribí hace algún tiempo y que publiqué en un folleto titulado El encanto de tu mirada. La influencia directa en la confección de dichas poesías (que son liras) se encuentra en la lectura de Garcilaso de la Vega y de San Juan de la Cruz, sobre todo de este último. Dichas poesías se encuentran también muy influidas por la lectura del libro bíblico El Cantar de los Cantares.
La única razón por la que quiero introducir aquí esas poesías es que a mí, personalmente, me ha hecho mucho bien tanto la redacción de las mismas, como su relectura posterior. Respecto a su belleza literaria no me cabe duda de que está muy por debajo de lo normal, por la sencilla razón de que no soy literato ni domino la lengua española en toda su riqueza de figuras retóricas (metáforas, hipérboles, metonimias, epítetos, alegorías, pleonasmos, etc).
Lo que sí puedo honradamente decir es que para mí son bellas... no todas, pero sí unas pocas a las que podía llamar mis hijas predilectas. Pues bien. Y esto es lo más importante: si algo de esa belleza que yo he intentado expresar (aunque no lo haya conseguido como quisiera, ni muchísimo menos) le sirviera a alguien, aunque sólo fuese a una persona, para querer más a Jesús y enamorarse de Él, daría por muy bien empleado todo el esfuerzo realizado que, ademas, me parecería muy pequeño.
José Martí