miércoles, 31 de julio de 2013

La alegría de dar [José Martí]


Ser poca cosa
es maravilloso.
¡Qué alegría
que Dios sea Dios
y yo su criatura!

Vivir en la verdad
hace libres.

Qué alegría
que Él haya querido
ser mi amigo.

Tu amistad
me enamora
y me llena de gozo.

Frente a este hecho real
de tu encarnación,
de tu muerte y resurrección,
cualquier otra realidad
palidece.

Nada hay más hermoso
que dártelo todo,
a cada instante.
Entregarse de lleno a las cosas.

Saber- tener la absoluta seguridad-
que el Señor está ahí
mirándonos con gran amor.

Es una batalla de amor
en la que cada uno,
amante y amado,
se empeñan en dar,
dándose del todo,
tierna y delicadamente,
en las cosas más pequeñas,
con sencillez de enamorados.

Mi vida es un canto
de acción de gracias.

Todo lo que he recibido de Tí
te lo doy.

No quiero poner reparos en mi corazón.
Aunque me cueste,
tómalo, Señor.

lunes, 22 de julio de 2013

El encanto de tu mirada (45 y 46; final)



45. Si supieras, paloma,
que te quiero, tu llanto cesaría.
Y lejos, a la loma,
allí te llevaría
y, en silencio de amor, te besaría.


RESPUESTA DE LA CRIATURA


46. Pues sé que así me quieres
y lágrimas por mí has derramado,
si tu vida me dieres...
....y pues ya me la has dado,
yo, por tí, sin la mía me he quedado.

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COLOFÓN

Necesito, Señor, verte.
Necesito ser tu amigo,
necesito estar contigo...
... y venga luego la muerte.


 José Martí

El encanto de tu mirada (41 a 44)

41. Sintiendo su presencia
en mi huerto, no encuentro vid ni rosa
que le haga competencia;
y compruebo lo hermosa
que es ahora la vida, lo preciosa.


42. Oh, si tú me importaras
más que todo, yo todo dejaría;
ah, y si me besaras...
...mi vida viviría
cantando, pues de tí todo vendría.


43. No sería ya el mismo
habiendo en tu mundo penetrado,
en ese inmenso abismo,
en mi interior hallado,
donde moras, de mí enamorado.


44. Y, en perfecto sosiego,
las cosas de esta tierra yo amaría;
el continuo trasiego
ya no me turbaría
y la gente, en mis ojos, te vería.

domingo, 21 de julio de 2013

El encanto de tu mirada (38 a 40)



38. Y, en lo más escondido,
cuando mi ser entero se conmueve
y parece perdido,
un vientecillo leve
de mi alma el centro lo remueve.



39. Y libre alzo el vuelo,
pues antes un hilillo lo impedía.
Y encuentro así el consuelo
que antes no tenía,
esclavo, cuando libre me creía.



40. Paciencia esperanzada
en él, que impide en mí toda amargura;
y la vida es amada
pues aun siendo muy dura,
de mi amado me dice su ternura.

sábado, 20 de julio de 2013

El encanto de tu mirada (35 a 37)

SEGUIRLE  EN  LA OSCURIDAD



35. De su hermosa presencia,
que tantas veces hoy se desvanece,
cobrar, quiero,  conciencia,
cuando el día amanece
y cuando la tiniebla en torno crece.


36. Por estrechos senderos
he buscado, sin tregua, a aquél que amo,
entre los limoneros:
suspirando le llamo,
y acude presuroso a mi reclamo.



37. El mar embravecido
y en la zozobra, casi, de la nave...
... de lo desconocido
un vientecillo suave
llega, y nadie de dónde viene sabe.


viernes, 19 de julio de 2013

El encanto de tu mirada (31 a 34)


31. Yo puedo ya mirarme
sabiéndome por tí también mirado.
No puedo avergonzarme,
porque en mí te has fijado
y en tus ojos me he visto valorado.



32. Al fin he comprendido
que estás enamorado de mi amor,
que siempre me has querido,
y siento gran dolor
de no haber respondido con ardor.



33. Mas sé que me perdonas
y que tu amor por mí es verdadero,
sé que no me abandonas;
y lo que ahora quiero
es darme a tí, y darme por entero.



34. Y es posible esta entrega
si no pierdo de vista tu mirada,
porque de ella me llega
la fuerza deseada
que mantiene mi vida esperanzada.

jueves, 18 de julio de 2013

El encanto de tu mirada (27 a 30)


27. Un día le veré
cuando dejen su canto las cigarras;
y ya no temeré,
sino al son de guitarras
cantaré, entregándole mis arras.



28. Es tu amor lo que anhelo,
la causa de mi dicha adelantada.
Descorre, amado, el velo:
que vea tu mirada
suspirando por mí, y enamorada.


29. A escondidas, mirado,
de la puerta a través del agujero,
por si viera a mi amado,
sus ojos vi primero,
y vi precisamente lo que quiero.


30. Pues en esa  mirada,
que recta al corazón se dirigía,
en silencio buscada,
encontré mi alegría
palpando, sin dudar, que me quería.

miércoles, 17 de julio de 2013

El encanto de tu mirada (24 a 26)

24. La luz que de sus ojos
al corazón atento le llegaba
quitaba sus enojos
y tal valor le daba
que ya temor ninguno le quedaba.



25. Mi sonrisa brotaba
al sentir en sus ojos la alegría;
ojos  que yo amaba,
porque en ellos veía
aquéllo que antes sólo lo sabía.



26. En la hermosa aventura
que es la vida, a su lado, no temía
hundirme en la espesura,
pues la luz que veía
en sus ojos, los míos encendía.


martes, 16 de julio de 2013

El encanto de tu mirada (21 a 23)


23. Sintiendo su mirada,
pendiente de la mía y amorosa,
no importa ya mi nada,
ni  importa ya cosa
y mi vida la veo muy valiosa. 

lunes, 15 de julio de 2013

El encanto de tu mirada (17 a 20)


17. Si, a cambio de mi nada,
tu vida me la das para que viva,
y me das tu mirada,
en mis ojos se aviva
la llama que, en los tuyos, me cautiva.



18. ¡Algún día será
en que se me revele, al fin, mi amado!
Mas, ¿cuándo ocurrirá,
cuándo será saciado
en él, mi corazón atormentado?
                                  


19. Avecillas del cielo,
que os despertáis al toque de campana:
decidle, en vuestro vuelo,
que estoy en mi ventana
con ansias de que llegue la mañana.
                                  


20. Y decidle que me muero,
desde que su perfume yo aspirara;
mas decidle primero
que ansío ver su cara
cuando esta noche oscura se pasara

domingo, 14 de julio de 2013

El encanto de tu mirada (14 a 16)



14. Quemada ya mi nave,
y todo paso atrás eliminado,
compruebo en mí lo suave
del yugo de mi amado,
y a su lado me siento confortado.


15. Mirarte es mi deseo
y ser por tí mirado en mi interior.
Pues, aunque nada veo,
sí sé bien de tu amor
y, por tu ausencia, muero de dolor.


16. Cuando sólo tú cuentes,
porque haya mi cáliz apurado,
sentiré como sientes.
Y, en tus ojos mirado,
veré mi cuerpo todo iluminado.


sábado, 13 de julio de 2013

El encanto de tu mirada (11 a 13)

LA MIRADA  DEL  AMADO



11. No hay vida sino amando,
pero si en mí no estás de amor no entiendo.
Por eso voy clamando
y, sin cesar, gimiendo,
con ansias tus amores pretendiendo.
         

12. Amado, en tu mirada
rebosa el corazón, enamorado,
sin nostalgia de nada,
sintiéndose embriagado
y hacia tí todo el ánimo volcado.


13. Pues eres  poesía
y belleza reside en tu mirada,
colmando de alegría,
jamás imaginada,
a todo el que recibe tu llamada.