jueves, 18 de julio de 2013

El encanto de tu mirada (27 a 30)


27. Un día le veré
cuando dejen su canto las cigarras;
y ya no temeré,
sino al son de guitarras
cantaré, entregándole mis arras.



28. Es tu amor lo que anhelo,
la causa de mi dicha adelantada.
Descorre, amado, el velo:
que vea tu mirada
suspirando por mí, y enamorada.


29. A escondidas, mirado,
de la puerta a través del agujero,
por si viera a mi amado,
sus ojos vi primero,
y vi precisamente lo que quiero.


30. Pues en esa  mirada,
que recta al corazón se dirigía,
en silencio buscada,
encontré mi alegría
palpando, sin dudar, que me quería.