4. Por angosto sendero
te he buscado, mi amado, y
aún sigo
buscando, porque quiero
poder cenar contigo
un día, y que cenes tú
conmigo.
5. Si sólo deseara
saborear en todo tu
hermosura;
y si la vida amara,
la noche, aunque oscura,
sería como el alba, clara
y pura.
6. En la antesala, amado,
de tu viña, me estabas
aguardando;
y, tu vino gustado,
me dejaba palpando
que tú en él te me estabas
entregando.
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