martes, 4 de enero de 2011

RESPUESTA DEL HOMBRE Y SONETOS SACROS (5 de 11)



Ya ha comenzado un nuevo año. Os deseo felicidad a todos en el corazón de Nuestro Señor, sin el cual estamos perdidos, y la vida no tiene ningún sentido. Junto a Él, la vida siempre es hermosa.


En este post me voy a limitar a transcribir unos escritos que redacté en el año 1989, antes de conocer la existencia de esas poesías de Santa Teresita de Lisieux a las que hacía referencia en el post anterior. En el caso de Amado Nervo no recuerdo si ya había leído su poesía: "Hoy he nacido", que también transcribí porque su lectura merecía realmente la pena. O tal vez la leí después, y me llamó mucho la atención que utilizara la misma frase que yo.

Bien, sea de ello lo que fuere, lo cierto es que la idea que había en mi mente, por aquel entonces (idea que sigo manteniendo), trataba del mismo asunto: el tiempo y su vivencia. Lógicamente cada uno le da su propia impronta a lo que escribe. Yo lo hago a mi manera, consciente de mis limitaciones, pero consciente también de mis deseos.

Se trata de tres escritos cortos, escritos con afán poético, aunque el resultado "analizado" críticamente pudiera ser algo desalentador en cuanto a su belleza formal se refiere. En todo caso, estoy convencido de que la poesía, cuando es auténtica, se adentra en las profundidades del Ser, es decir, en las profundidades de Dios. Soy consciente, pues, de que al hablar o escribir poesía, sólo voy a emitir balbuceos, en un intento de expresar lo inexpresable, intento que, además, se quedará siempre en un mero intento, al no poder conseguir nunca su objetivo.

Eso es así. Y, sin embargo, y esa es la razón por la que escribo, es posible que Dios quiera servirse de mí para que, aunque sólo fuese una sola persona, ésta conociera mejor a Dios y se prendara de Él. Es verdad que no podemos conocerle completamente, pero a su Luz todo se explica, todo tiene sentido. Y esto aunque nunca acabemos de entender por qué ocurren todas las cosas que ocurren. Lo cual no es nuevo. ¿Qué hacía la Virgen María, nuestra Madre, con respecto a cada una de las acciones de Jesús, aunque con bastante frecuencia, no las comprendiera? Muy sencillo: "… conservaba todas estas palabras y las meditaba en su corazón" (Lc: 2-19.51). Pues eso mismo tenemos que hacer nosotros.

En fin, si algo está claro es que los misterios nos pueden resultar incomprensibles (¡por algo son misterios!) pero nunca son contradictorios, en sí mismos. Se puede y se debe profundizar en los misterios del cristianismo, para conocer y amar más a Dios Padre (conociendo y amando más cada día a Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre). Todo esto en la medida en que el Espíritu Santo (Espíritu del Padre y Espíritu también del Hijo) nos lo haga entender; aunque, ciertamente, va a depender, en muy buena parte, de nuestra personal disposición a "dejarnos decir cosas" y a no volverle la espalda a Dios.

El acudir a la poesía es porque, como he dicho más arriba, no hay palabras humanas capaces de expresar estos misterios. Siempre se quedan cortas; y nunca dicen todo lo que tienen que decir, ni con la belleza con la que deberían decirlo. Pero Dios es comprensivo y no cabe duda de que tendrá en cuenta nuestros buenos deseos y nuestra intención de agradarle, del modo en que mejor sepamos.

Estas son mis “poesías”:


Hoy he nacido,
Hoy he visto la luz por vez primera.
Hoy miro todo con asombro
y el peso de mi vida se aligera.

Porque cada día es hoy;
el pasado sirve sólo de experiencia
siendo asumido y hecho propio.

Y, en esperanzada paciencia
cada día es vivido
como si toda la vida fuera.

Y viviendo así se siente
que en eso precisamente está
lo que es, en verdad, la Ciencia.

Hoy he nacido:
y la vista se me alegra
con la simple visión de un pájaro
o la contemplación de una estrella

(24 de Mayo de 1989)

……………………………………………………………………


Hoy he nacido...
Una luz de alegría brilla en mis ojos.
Este día es nuevo para mí.
En la ilusión que ponga
me lo juego todo...
...en lo pequeño;
ésa es mi vida... y es hermosa.

Actitud íntima de agradecimiento
por vivir.
Actitud que se expresa precisamente
...viviendo,
viviendo intensamente
cada momento de este día,
siendo consciente
de mí mismo viviendo,
de mí... todo entero;
no sólo de un ser pensante,
sino de un ser que existe
y cuya existencia es un regalo...
de Dios.

No sólo estoy aquí,
sino que estoy aquí para algo.
Ese algo es muy simple,
lo llevo siempre conmigo,
no se encuentra en lo externo.

Porque… haga lo que haga
siempre seré feliz,
en cada instante,
si soy consciente
de que…
en lo más profundo de mi corazón…
ahí está Dios.

Él está siempre conmigo.
Pero sólo en la medida
en que llegue a creerme esto
con todo el corazón…
sólo en esa medida…
seré feliz,
inmensamente feliz.

Y esa alegría
que me sale del corazón
no debo esconderla…
no quiero esconderla…
porque es un regalo de Dios
y no me perteneces sólo a mí.

Es un tesoro…
y todos tienen derecho
a participar de él.

Es para mí…
y es para todos…
como también participo yo
de la alegría de los demás.

La vida es lucha,
pero la vida es…hoy,
este instante que estoy viviendo.

No debo estropear mi vida
pensando, sólo pensando…
…si es un pensar que no me sirve para nada
y me aleja de la realidad.

El pensar es bueno
si me lleva a conocer:
Conocer cosas con afán,
conocerme a mí mismo,
conocer a los demás.

Un conocer que lleva a actuar…
sobre las cosas…
sobre mí mismo…
sobre los demás.

Actuación que es siempre…
afirmación…esto es, amor.

La vida es así…
un canto de amor,
amor a todo…
y amor a ese Dios…
…distinto de mí…
…pero que siempre está conmigo.

Mi alegría es…ahora y aquí.
Mi alegría es…
reconocimiento interno de gratitud
hacia Aquel que me ha creado
y de quien todo lo he recibido.

Gratitud en cada instante,
cuando como, cuando río, cuando lloro,
cuando duermo,
cuando me relaciono con los demás.

Todo acto, por pequeño que sea,
acto que siempre supone la cruz,
es agradecimiento,
es alegría,
es amor.

Y siempre es hoy.

(3 Junio de 1989)
………………………………………………………………

Escribí también el SONETO que titulé "Hoy he nacido":

Miro a mi alrededor: hoy he nacido.
Hoy he visto la luz por vez primera
y el peso de mi vida se aligera
entendiendo que todo es recibido.


Pasado ya no es, pasado ha sido;
y el recuerdo del mismo no me altera,
porque en mí tengo ya la primavera
y lo no grato queda en el olvido.

Un nuevo renacer está aguardando
y el dolor anterior no está perdido
al estar por mi amado retomado.

Y vivo con paciencia y esperando
que Aquél que a este mundo me ha traído
con Él me llevará, ya renovado.

(23 de Julio de 1989)