lunes, 15 de julio de 2013

El encanto de tu mirada (17 a 20)


17. Si, a cambio de mi nada,
tu vida me la das para que viva,
y me das tu mirada,
en mis ojos se aviva
la llama que, en los tuyos, me cautiva.



18. ¡Algún día será
en que se me revele, al fin, mi amado!
Mas, ¿cuándo ocurrirá,
cuándo será saciado
en él, mi corazón atormentado?
                                  


19. Avecillas del cielo,
que os despertáis al toque de campana:
decidle, en vuestro vuelo,
que estoy en mi ventana
con ansias de que llegue la mañana.
                                  


20. Y decidle que me muero,
desde que su perfume yo aspirara;
mas decidle primero
que ansío ver su cara
cuando esta noche oscura se pasara