sábado, 20 de julio de 2013

El encanto de tu mirada (35 a 37)

SEGUIRLE  EN  LA OSCURIDAD



35. De su hermosa presencia,
que tantas veces hoy se desvanece,
cobrar, quiero,  conciencia,
cuando el día amanece
y cuando la tiniebla en torno crece.


36. Por estrechos senderos
he buscado, sin tregua, a aquél que amo,
entre los limoneros:
suspirando le llamo,
y acude presuroso a mi reclamo.



37. El mar embravecido
y en la zozobra, casi, de la nave...
... de lo desconocido
un vientecillo suave
llega, y nadie de dónde viene sabe.