41. Sintiendo su presencia
en mi huerto, no encuentro vid ni rosa
que le haga competencia;
y compruebo lo hermosa
que es ahora la vida, lo preciosa.
42. Oh, si tú me importaras
más que todo, yo todo dejaría;
ah, y si me besaras...
...mi vida viviría
cantando, pues de tí todo vendría.
43. No sería ya el mismo
habiendo en tu mundo penetrado,
en ese inmenso abismo,
en mi interior hallado,
donde moras, de mí enamorado.
44. Y, en perfecto sosiego,
las cosas de esta tierra yo amaría;
el continuo trasiego
ya no me turbaría
y la gente, en mis ojos, te vería.
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